martes, 16 de noviembre de 2010

CRÓNICA: Y&T + LYNCH MOB

Y&T + LYNCH MOB
SALA HEINEKEN (MADRID)
7.11.2010
Se acercaba el concierto de Y&T, banda que se hizo famosa en los 80 pero que con el paso de los años ha dejado de ser recordada por el público rockero en general. Sin embargo, pese a no conocer prácticamente nada de este grupo, tenía ganas de ver lo que había leído tantas veces sobre ellos, que normalmente concluía como seguramente lo hará este texto: una soberbia interpretación de temas de toda su discografía, una puesta en escena brutal, sin vivir de las rentas como podría hacer cualquier banda que llevase más de treinta años en los escenarios.

Había escuchado hablar muy bien de Y&T… los que hablaron, se quedaban cortos.

La Sala Heineken era el lugar elegido para el concierto de esa noche. Pese a ser una sala con un sonido mediocre, se agradece poder ir a un concierto donde tienes a los músicos delante de ti, no hay un foso, una barrera que separe a público y artistas. Valía la pena que los fotógrafos no tuviésemos nuestro sitio para tomar buenas imágenes en las primeras canciones de cada concierto, valía la pena simplemente por toda esa gente que salió casi corriendo hasta la primera fila tras la apertura de puertas para poder ver a Lynch Mob o a Y&T a sólo un palmo de ellos.

Así, de manera puntual, Lynch Mob salieron a dar los primeros acordes de la noche. Pese a ser una banda espectacular, unos artistas invitados de lujo y unos músicos increíbles (sin excepción), todos los ojos estaban puestos en George Lynch, ex-guitarrista de Dokken que daba nombre a la formación. En los baños del recinto sólo se escuchaban comentarios acerca del guitarrista y la posibilidad de que tocase alguna canción de su antigua banda.

Sin embargo, Lynch Mob querían demostrar que eran un grupo, y empezaron a tocar los temas de dos de sus seis discos (el primero y el último, Wicked Sensation y Smoke and Mirrors, los dos únicos del cantante actual). Enseguida pudimos apreciar lo bien que se había rodeado George: a la derecha del escenario teníamos a Robbie Crane, un correcto bajista (que también ha pasado a formar parte de RATT); en el centro a Oni Logan, vocalista que no paraba de hablar con la sala en español con acento argentino (su país natal); y detrás de él estaba lo que más me sorprendió del grupo: Brian Tichy, un baterista increíble (con razón ha pasado a ser el actual batería de Whitesnake), que destacó casi por encima del propio ex-Dokken. Desprendía energía a cada golpe, cuando no volaban por los aires las baquetas para volver a sus manos, y siempre con una originalidad de ritmos inédita en lo que se refiere al hard-rock, que le daban a todas las canciones un toque de distinción con respecto a otras bandas del mismo estilo.

Durante Lynch Mob, todos los ojos estaban puestos en el ex Dokken George Lynch

Pese a la gran actuación, el público no se volcó con la banda en ningún momento, no hasta que llegaron los temas de Dokken. Sí que es verdad que el concierto fue impecable, pero tal vez a los temas de esta banda les falte algo que enganche un poco más, en especial a los del último CD, y estaba claro que la inmensa mayoría del público estaba escuchando los temas de Lynch Mob por primera vez. Sin embargo, con los temas de Dokken cambió la actitud de muchos asistentes: los largos solos de George Lynch fueron vitoreados, y las canciones coreadas por gran parte del público, en especial “Into the Fire”.

Conciertazo de Lynch Mob, nada de teloneros, incluso la etiqueta “Artista Invitado” se les queda corta. Cuatro musicazos que demostraron durante bastante más de una hora lo que valían (pese a los cambios de formación que ha tenido la banda) y que hicieron que parte del público estuviese incluso algo cansado al principio del concierto de Y&T.

Lynch Mob dejaron el público algo cansado a los de Y&T… pero estos lo iban a arreglar

Sin embargo, ahí estaban los californianos para alargar la noche durante otras dos horas. Tras sonar Highway to Hell por el equipo de la sala, Dave Meniketti y los suyos salieron al escenario con On With the Show. Recuerdo que no conocía la mayoría de los temas que iban tocando, pero aun así los cuatro músicos hicieron que me metiese de lleno en el concierto, así que no imagino cómo sería para el resto de asistentes que iban a escuchar los temas que ya habían oído decenas o incluso cientos de veces.

Hay que decir, además, que Y&T no es un grupo que viva de las rentas, y tocaron cinco temas de su último álbum, Facemelter (un gran disco, por cierto, ahora que he podido repasar las canciones con más tranquilidad). Fue bien recibido por todos, aunque no muchos lo hubiesen escuchado: seguramente esta fue la razón por la que Meniketti y los suyos decidieron meter todos esos cortes en la primera mitad del concierto.

Así pues, fueron cayendo nuevos y viejos temas con una perfección técnica increíble y un groove del que gozan poquísimas bandas. Teníamos en la batería a Mike Vanderhule, que nos proporcionó un gran solo en la última recta del concierto y un concierto muy correcto, pese a estar en un segundo plano (al contrario que Brian Tichy, el batería anterior). Por otro lado, el bajista Brad Lang sustituía a Phil Kennemore, diagnosticado con cáncer en este verano. Pese a ser un músico contratado (esperemos que por poco tiempo), se portó en el escenario como uno más, sin parar de sonreír ni de moverse por todo el escenario. Por último, John Nymann se encargaba de la guitarra rítmica prácticamente en la misma actitud de su compañero, dejando a Meniketti como único miembro de la formación original sobre el tablado.

Brad Lang, ¿qué mejor sustituto para Kennemore?

El público estuvo más observante que animado durante el concierto, atento a cualquier detalle, sobre todo al frontman del que acabamos de hablar. Y es que es increíble la voz que sigue conservando aún con 56 años a la espalda, al igual que increíbles las sensaciones que transmitía con cada solo de guitarra. Se notaba la influencia del blues tanto en sus dedos como en las caras que ponía cuando le tocaba solear, haciéndonos sentir a todos la fuerza o melancolía que desprendía cada canción. El momento más emotivo del concierto fue en el largo solo de la balada I believe in you, cuando a Dave se le rompió la cuerda más aguda de su guitarra, por lo que tuvo que adaptar unos dos minutos de solo a una versión con sólo cinco cuerdas. No hace falta decir la cara de sufrimiento que se le quedó, al igual que no hace falta decir lo bien que supo desenvolverse en la improvisación del largo punteo.

Antes de llegar a los bises, los YT sacaron la artillería pesada, con los temas más coreables de su discografía: Rock’n’Roll’s Gonna Save the World, Dirty Girl, Summertime Girls… con estos temas el público comenzó a animarse de verdad. Público, por cierto, para nada joven: recordemos que estábamos ante una banda famosa en los 80 pero poco mencionada hoy en día. Sin embargo, la edad no importaba: desde algún adolescente que se había interesado por esta banda hasta el más mayor que hubiese podido ver a los californianos hace unos treinta años disfrutaron de lo que parecía ser la última canción de la noche: Forever, una de las más heavys de su discografía.

El resto de músicos, impecables, pese a ser Meniketti el único original.

El público quería más, y Y&T no pudieron ocultarlo: ellos también querían salir a tocar más temas. De hecho, cayeron más canciones de las impresas en sus respectivos setlist. Así, salieron John Nymann y Meniketti, este último sin guitarra, para cantar Winds of Change (a capella). Los dos temas del final, de nuevo, con cuatro instrumentos y sus respectivos músicos: Open Fire y Rescue Me, bastante más macarras que el resto de su repertorio, en los que por fin pudimos ver a todo el público saltando.

¿Resumen? Dos bandas de lujo, y Y&T en concreto, de lo mejor que he visto encima de un escenario. Realmente es una pena que sea una banda tan poco conocida entre los más jóvenes, así como otros ochenteros han sabido colarse en las camisetas y emepetreses de tantos adolescentes. Esperemos poder verles por aquí dentro de poco, y que sigan sacando trabajos tan buenos como este Facemelter. Y si con 56 años Meniketti sigue así, porque es que Meniketti es un Dios tanto a la voz como a la guitarra, estamos seguros de que tendremos a unos buenos Y&T durante unos años más.

Dave Meniketti… Dios a las seis cuerdas (y a las cinco), Dios a la voz

Setlist Lynch Mob:
She's So Evil But She's Mine
River Of Love
Hell Child
Revolution Hero
Let The Music Be Your Master
21st Century Man
All I Want
We Will Remain
Mr. Scary (Dokken)
Into The Fire (Dokken)
Tooth And Nail (Dokken)

Wicked Sensation

Setlist Y&T:
On Whit the show
Hard Times
Lonely Side Of Town
Meanstreak
Shine On
If You Want Me
Lipstick & Leather
Hurricane
I'm coming Home
I Believe in You
Eyes Of a Strangers
Midnight in Tokio
Blind Patriot
I´ll cry for you
Black Tiger
Rock & Roll's Gonna Save The World
Dirty Girl
Summertime Girls
Forever
Open Fire
Winds Of Change (a capella)
Rescue Me

Texto y Fotos:
Borha Ramone