miércoles, 20 de octubre de 2010

CRÓNICA: Apocalyptica

Antes de ir por primera vez a un concierto de heavy metal con tres chelistas y un batería como protas, uno sabe que, sea como sea, va a ver algo nuevo...

APOCALYPTICA

SALA LA RIVIERA, MADRID

14.10.2010

La Riviera no estaba llena, pero poco le faltó.

Dejando de lado si la interpretación iba a ser perfecta o con fallos garrafales, si el espectáculo iba a estar pensado al milímetro o sería paupérrimo; está claro que, al menos en un principio, ver una formación así iba a sorprender... Sin embargo, antes de empezar la actuación, era normal pensar que esa sorpresa se produciría sólo al principio del concierto, y que pasados un par de temas la banda tendría que demostrar que estaba ahí no sólo por tener una formación un tanto inusual, sino por ser capaz de ofrecer algo más…

Así, pasadas las 21.30 h los cuatro Apocalyptica subieron al escenario para comenzar el concierto con On the Rooftop With Quasimodo, tema que levantó gritos, aplausos y movimientos de melena pese al pesado medio tempo marcado por los golpes de batería. Nada más acabar, empezaba el segundo tema, del 7th Symphony que presentaban los apocalípticos: 2010. Y con él llegaba el primer contraste del concierto: el tempo lento se transformó en un ritmo acelerado de thrash metal, que se daría en varios temas a lo largo de la noche. Con Grace, la banda dio algo más: los músicos empezaron a moverse energéticamente por el escenario y a conectar con el público.

Pese a haber tres a los cellos, Mikko Sirén (atrás) destacó como baterista y contrabajista.

Hay que recordar que la carrera de Apocalyptica empezó con versiones de Metallica, y pronto llegaría una de ellas: los asistentes gritaron al escuchar las primeras notas de Master of Puppets, que fue de las más coreadas y disfrutadas por el público junto a otras covers. Sin duda, la banda ha conseguido que sus temas propios sean escuchados por un público bastante numeroso, pero al grupo le queda aún camino para que los asistentes griten más los nombres de sus canciones que los de las versiones, y para que desaparezca tanto comentario tipo “han tocado muy poco de Metallica”. Sea lo que sea, la versión (muy original, por cierto) hizo que el público se metiese de lleno en el concierto, y así llegaron End of Me, I’m not Jesus y Refuse/Resist de Sepultura, que de nuevo fue recibida con más intensidad que las propias del grupo.

El sonido fue mediocre durante el concierto, ya que a veces era difícil diferenciar las notas de los cellos: la batería estuvo en primer plano durante toda la actuación, incluso por delante de ellos. Además, hay que destacar que la mayoría no estamos acostumbrados a escuchar cellos en directo, ¿recordáis vuestro primer concierto en sala y las dificultades para diferenciar los instrumentos? Algo pasado se daba en la Riviera. Sin embargo, el trabajo de cada uno de los tres chelistas fue espectacular, sobre todo para algunos que simplemente esperábamos ver tres tíos tocando el violoncello, y nos encontramos a tres verdaderos virtuosos frotando cuerdas a velocidades devastadoras…

Eicca, uno de los cuatro virtuosos

…pero tanta velocidad tenía que cesar en algún momento, y llegando a la mitad del concierto era el momento de que el cuarto virtuoso, Mikko Sirén, se bajase de los tambores para coger ni más ni menos que un contrabajo. Comenzaba así una emotiva parte clásica con Beautiful y Sacra, donde los músicos supieron demostrar que dominan perfectamente otros estilos. Fue una auténtica pena que el público no guardase más silencio durante las interpretaciones, ya que las canciones tenían pasajes totalmente suaves (como en cualquier cuarteto de cuerda que pudiésemos ver en un auditorio). Se me ocurre que los mismos músicos podrían haber pedido silencio antes de empezar con estos temas, no hubiesen quedado mal, ¡incluso aún más pro! Al menos, con Bittersweet fue distinto: los murmullos disminuyeron y los asistentes se dedicaron a corear la letra, en lo que fue el momento más emotivo del concierto.

La voz de Tipe Johnson no aportó mucho al grupo.

Tras la parte acústica desaparecieron las sillas, era hora de volver a dar caña: llegaban Last Hope y Bring Them to Light, esta última interpretada de una manera simplemente correcta por Tipe Johnson, al igual que las demás partes vocales del concierto. Tras estas, otras dos versiones para decir el adiós no-definitivo: Seek and Destroy de Metallica e Inquisition Symphony de Sepultura, que provocaron grandes aplausos y los gritos de “otra” en el público.

Poco más de dos minutos, y ya teníamos otra vez a los cuatro en el escenario. Eicca Toppinen, Paavo Lötjönen y Perttu Kivilaakso se habían preparado una pequeña sorpresa para el final: unas luces en los clavijeros iluminaban el mástil de cada uno de los cellos, llegando a la cumbre del intimismo que se había dado durante toda la actuación. Y es que Apocalyptica cuidaron muy bien las luces en todo momento, dándole un aspecto tenue al escenario, con tonos fríos durante el concierto entero. ¿Qué canciones eligieron para acabar? Tras las dos versiones anteriores, era la hora de los dos últimos temas propios, de sus últimos discos: At the Gates of Manala y I Don’t Care.

Perttu, con una luz en el clavijero de su cello.

Para terminar, esta vez sí, Paavo pidió el silencio de la sala, y llegó una última versión, pero muy tuneada al estilo apocalíptico: Hall of the Mountain King provocó sacudidas de cabeza (e incluso un pequeño pogo) entre las primeras filas del público.

No hubo lanzamiento de púas, no hubo lanzamiento de arcos. Pero nos fuimos de la Riviera con la sensación de haber visto un concierto único. Y es que Apocalyptica son ellos, sólo hay una formación así, y sólo eso les valdría para dar conciertos y tirar millas… sin embargo, se ve que no se conforman con esto: además del variado repertorio, nos ofrecieron algo diferente en cada canción, aunque sólo fuese un sutil cambio de luces, un solo puntual a gran velocidad o tres melenas moviéndose sincrónicamente al ritmo de la canción más power del repertorio. ¡No os lo perdáis si tenéis la oportunidad!


SETLIST:

On the Rooftop With Quasimodo

2010

Grace

Master of Puppets (Metallica)

End Of Me

I'm Not Jesus

Refuse/Resist (Sepultura)

Beautiful

Sacra

Bittersweet

Last Hope

Bring Them to Light

Seek And Destroy (Metallica)

Inquisition Symphony (Sepultura)

At the Gates of Manala

I Don't Care

Hall of the Mountain King


Texto y fotos:

Borha Ramone

2 comentarios:

  1. La verdad es que la riviera suena como el ojete, y más con formaciones como ésta. Me gustaría verlos en directo alguna vez.
    Saludeisions

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  2. Nota: "Eicca" es Perttu y "Perttu" es Eicca ;)

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