Era jueves, y muchos de los bares que habíamos pisado esa noche empezaban a cerrar. Sin embargo, yo ya me encontraba en la cama, esta vez hacía frío. Apenas corría alcohol por mis venas, y mientras se templaba la leche ardiente que iba a bajar por mi esófago minutos después, encendí el portátil para matar el tiempo.
Pero esta noche era distinta. Me topé con algo que junto con el frío que hacía provocó unos temblores inéditos en mi cuerpo, era una información que debía contrastar rápidamente si no quería pasarme los días siguientes dando vueltas al asunto. Interpreté lo que vi, y de ser cierta esa lectura, mi vida podía cambiar de una manera considerable.
El corazón me decía que tenía que ser verídico. La cabeza también. Demasiadas cosas que coincidían, que solucionaban aquél rompecabezas. Otras tantas que abrían nuevas incógnitas.
Saqué mi cuaderno, el pulso me dificultaba la escritura, y llené una página con todo lo que se me pasaba por la mente en ese momento. Sabía que, si no contrastaba pronto lo que acababa de ver, el fin de semana iba a ser muy duro.
Llega hoy. El corazón dice que tiene que ser verdad, pero con menos ganas. La cabeza, de vez en cuando, me sugiere que es una mera coincidencia. Mi vida sigue su curso normal, pero sigue afectada por el shock del jueves.
¿Verdad, mentira? ¿Coincidencia? Aún no lo sé, pero mi impaciencia es menor… ¡todo a su tiempo!
Ojo! Con las fotos hice lo que pude, son de cámara compasta! Son de un musical que hacen algunos o todos los findes en Barna (Montjuic), que ponen cancioncillas e iluminan la fuente :D
ResponderEliminarPues ya pondrás akí la rallada/movida interna en cuestión!? Cuan menos inquietante!
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